Los 25 Otoños de Toño

Viernes 8 de octubre de 2010. 
Así como en varios octubres anteriores, Toño abre las puertas de su casa en Burgos para patinar y festejar a la salud de cada nuevo año que almacena, y en este caso su primer cuarto de siglo. 
A escasos kilómetros de la capital burgalesa, él y su buen amigo "Porti" conservan para los grandes momentos, resguardada en la esquina de un extenso granero, como un buen vino que descansa en la bodega, la mini-ramp casi de juguete que construyeron juntos tiempo atrás para disfrutarla y resguardarse a salvo de la nieve y el frío dominante en una de las dos estaciones que según sus propios habitantes tiene Burgos, la estación de Invierno, y la de tren. 
Partimos Toño y el que escribe desde Barceloca, un día antes, al que sería mi primer encuentro consciente con la legendaria ciudad de Burgos y por lo tanto con "la mini". Cruzamos veloces el desierto de Monegros, siempre silencioso, cromático y cautivador. Paramos en Miranda de Ebro a carvear esa joya de curvas cementadas sobre un fondo de coches derrapando yendo y viniendo a una rotonda muy proxima. Cae la noche. Hace frío, pero es un frío sano, nose como explicarlo, es grato, y frío.
Sábado 9.
Llenada la nevera de la bebida energética skater por excelencia (esta vez con rica Steinburg mercadoniana, y unas pocas y selectamente caducadas Riders, reservadas de cualquier edición anterior), comenzaron a llegar los amigos venidos en esta ocasión desde Cantabria (tremendos Chema, Carranza y Rulo ) y Pais Vasco en diferentes tandas. Primero fueron los dos Xabi, Goitosolo y Muñoz desde bilbo, y bien caida la tarde desde Donosti una furgoneta al completo de queridos invitados ripadores. Fueron llegando mas amig@s mas próximos en distancias y entre risas y tertulias, se abrió una tarde de mucho skate y mucho frío combatido con el calor de la compañía y la grandeza del momento. Antes de entrar bien en la noche, espectaculares tortillas e increíbles empanadas de sabores autóctonos, invadieron una improvisada mesa para deleite y recarga de energías de los presentes. Sabores siempre cortesía de la Mamá de Toño. Mariluz nos trata como propios toños en su casa (por no decir Julianes) con una hospitalidad y cariño sin limites.
Llegada la medianoche, algunos ya partidos de vuelta a sus ciudades, los otros bien duchaditos nos sumergíamos en jarras jamaicanas servidas también en porrón, receta casera en un reducto pequeño de taberna urbana de este siglo y del que viene. Allí empezó una salvaje aventura nocturna al resguardo de las antiguas piedras que conforman la gélida ciudad de Burgos. De esa noche brutal no hay instantáneas, una pequeña Nikon de bolsillo que me habían regalado dias antes y cargada con película kodak Tri-X, se hizo la dormida para no pernoctar. Y ahora, los recuerdos de ese gran saturdei nait nos pertenecen solo a nosotros, (y a nuestras víctimas).
A todos los que acontecieron ese tremendo fin de semana de octubre, desde aquí os van un abrazo enorme y estas instantáneas diurnas sobre película Superia X-TRA800 caducada en 2004 (rescatada por un colega lavianés del abandonado laboratorio de un periódico), y que le da ese tono magenta, apagado y tal vez un poco rancio ¿O hemos de decir rancid?
skate or die!







Texto y fotos: dgm

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